El Alzheimer es la causa más común de demencia
Los resultados del Laboratorio Clínico ayudan al diagnóstico precoz de la demencia y permiten decidir la mejor estrategia terapéutica
- La demencia engloba múltiples enfermedades que afectan la memoria, el pensamiento y la capacidad para realizar actividades cotidianas
- La Medicina de Laboratorio ha experimentado avances significativos en la detección temprana del Alzhéimer, con la identificación de nuevos biomarcadores y métodos diagnósticos menos invasivos
- Las nuevas terapias para el Alzhéimer están indicadas para personas que padezcan deterioro cognitivo leve o demencia leve
Madrid, 17 de febrero de 2025 – La labor del especialista del Laboratorio Clínico es fundamental para la detección temprana y el manejo terapéutico de la demencia, un grupo heterogéneo de enfermedades que impactan significativamente en la vida diaria, dificultando la realización de tareas cotidianas como pueden ser conducir, cocinar, pasear o comunicarse. Los avances en el campo de la Medicina de Laboratorio han permitido el hallazgo de nuevos biomarcadores para el diagnóstico precoz del Alzhéimer y la identificación de métodos diagnósticos menos invasivos.
Se calcula que entre el 14,5% y el 17,6% de las personas mayores de 65 años en España presentan deterioro cognitivo leve o DCL. El DCL se caracteriza por una disminución de las funciones mentales, como la memoria, el pensamiento y el razonamiento, que va más allá de los cambios normales asociados al envejecimiento. De acuerdo con el miembro de la Comisión de Neuroquímica y Enfermedades Neurológicas de la Sociedad Española de Medicina de Laboratorio (SEMEDLAB), el Dr. Alejandro Gella Concustell, en los pacientes con demencia hay un deterioro cognitivo más grave y progresivo, que afecta de manera considerable la funcionalidad y calidad de vida de las personas.
“Entre las distintas formas de presentarse la demencia, la más común es la enfermedad de Alzhéimer (60%), seguida de la demencia vascular (15-20%) y, por último, la demencia asociada a la enfermedad de Parkinson (10-15%)”, explica el Dr. Gella Concustell. Tal y como afirma el investigador, los especialistas del Laboratorio Clínico juegan un papel clave para ayudar a identificar el tipo de demencia y así tratar e incluso curar una demencia reversible (entre el 5 y el 10% pueden ser potencialmente reversibles), además de confirmar diagnósticos de aquellas irreversibles.
A su vez, un diagnóstico temprano y preciso ayuda al profesional sanitario a determinar el enfoque terapéutico adecuado en función del tipo de demencia diagnosticada. Por ejemplo, como asevera el Dr. Gella Concustell, “el análisis del líquido cefalorraquídeo (LCR) mediante técnicas avanzadas de PCR permite identificar rápidamente microorganismos responsables de infecciones virales o bacterianas del sistema nervioso central, responsables de posibles demencias, reduciendo el tiempo de diagnóstico de varios días a unas pocas horas”.
Esta rapidez, como apunta el experto, es crucial para iniciar tratamientos oportunos y prevenir complicaciones graves. “Además, la detección de proteínas específicas o alteraciones genéticas en muestras biológicas puede indicar la presencia de patologías como el Alzhéimer o el Parkinson, facilitando la implementación de estrategias terapéuticas tempranas y personalizadas”, destaca el Dr. Gella Concustell.
Nuevos biomarcadores en Alzhéimer
En los últimos años, la Medicina de Laboratorio ha experimentado avances significativos en la detección y diagnóstico de la demencia, especialmente en enfermedades como el Alzhéimer. Tal y como resalta el Dr. Gella Concustell, uno de los desarrollos más destacados es la identificación de nuevos biomarcadores que permiten una detección más temprana y precisa de esta patología. “De esta manera, la detección temprana de la enfermedad de Alzhéimer facilita el acceso a tratamientos dirigidos al control y manejo de los síntomas, especialmente efectivos en sus primeras etapas”, subraya.
Además, como señala el experto, los nuevos tratamientos modificadores del curso de la enfermedad están indicados específicamente en fases de deterioro cognitivo leve o demencia leve, “lo que resalta la importancia de avanzar en los sistemas de salud hacia el diagnóstico precoz de la demencia, preferiblemente en las etapas previas de deterioro cognitivo, cuando la dependencia funcional de la persona aún no es evidente en gran medida”, precisa el Dr. Gella Concustell.
Un avance igualmente significativo es la identificación de métodos diagnósticos menos invasivos que la obtención de líquido cefalorraquídeo. En este sentido, como informa el investigador, se han validado progresivamente nuevos biomarcadores en plasma capaces de distinguir entre personas con Alzhéimer y aquellas con problemas cognitivos no neurodegenerativos.
“Estos hallazgos sugieren que dichas pruebas poseen un rendimiento diagnóstico adecuado para su implementación en unidades hospitalarias de demencia, incrementando la certeza diagnóstica y evitando, en algunos casos, procedimientos más costosos como puede ser la tomografía por emisión de positrones (PET) cerebral”, indica el miembro de la Comisión de Neuroquímica y Enfermedades Neurológicas de SEMEDLAB.
En este contexto, el Dr. Gella Concustell apuesta por dar un paso al frente y acelerar, en la medida de lo posible, la implementación clínica sistemática de estas pruebas de laboratorio en el sistema público de salud. “Confiamos en que las autoridades reguladoras pertinentes actúen decididamente frente a este problema social y sanitario de máxima prioridad”, resume.